Link for English/Enlace para inglés
Querida lectora o lector:
Las lenguas que habitamos son muy antiguas, se remontan a un pasado anterior a los antepasados más remotos que podemos nombrar. La mayoría de nuestras palabras son más viejas todavía. Recordemos que el español o el inglés de hace más de 500 años, no nos es comprensible—pero, en el caso de muchas de las palabras que usamos, su antigüedad no se mide en varios siglos, sino en miles de años.
Lo primero que hacemos en el mundo, nacer, se dice to be born en inglés. En realidad, es algo que hacen por nosotros, algo que hace posible todo lo demás: después de darnos hasta la médula de sus huesos por nueve meses, nuestras madres nos dan a luz, nos paren: en inglés, they bear us. Esa voz bear proviene del inglés antiguo, beran (soportar, traer, producir, sufrir), de la raíz proto-indoeuropea *bher-.
En griego antiguo (que también desciende del indoeuropeo), pherein es “portar”, la raíz del elemento fer en transferir. Llevar una palabra de un lugar (o significado) a otro: meta + pherein nos da “metáfora”.
Es la misma raíz del elemento fer en palabras como ferrífero y aurífero, deposítos que contienen o “portan” hierro y oro, respectivamente.
En latín, el sonido de ph (f) devino p: aparecíó el elemento -port- que nos da transportar (llevar a través de), importar (traer desde fuera), comportarse (la conducta, o porte, de uno), y así sucesivamente.
De ahí “portaaviones” y “portafolios” y sinnúmero de voces afines. “Portar armas” es bear arms.
“Soportar” una carga (support, en inglés) comparte esta misma raíz, como lo hace su pariente muy cercana “sufrir” (suffer).
El nombre de San Cristóbal, patrono de los viajeros, en griego eclesiástico era khristóphoros, “portador de Cristo”—el santo se fusiona con la leyenda medieval del gigante benévolo que ayudaba a los viajeros a cruzar los ríos.
Desde un sentido tan sublime, hasta el humilde wheelbarrow (carretilla; el elemento barrow es un dispositivo para trasladar cargas, wheel es por la rueda), pasando por la figura esencial de la poesía y del lenguaje mismo (metáfora) y remontándonos a nuestro birth (nacimiento): ¡en sus incontables formas, qué palabra llena de misterio y poder!
Good words! ¡Buenas palabras!
Pablo J. Davis
Una versión de este ensayo apareció originalmente en la edición del 20 al 26 de noviembre 2015 de La Prensa Latina (Memphis, Tennessee), como la entrega número 157 de la columna semanal bilingüe “Misterios y Engimas de la Traducción/Mysteries and Enigmas of Translation”. Pablo Julián Davis, PhD, CT es Traductor Certificado por la ATA (American Translators Association), inglés>español, e Intérprete Certificado por los Tribunales del Estado de Tennessee inglés<>español, además de entrenador en los campos de la traducción, interpretación y competencia transcultural.