Querida lectora o lector,
Los titulares deportivos del mundo hispanohablante proclaman los “78 gritos” del genial futbolista argentino Lionel Messi, “La Pulga” en su apodo cariñoso, en lo que va del año.
Lionel Messi festeja un tanto de su autoría, vistiendo la 10 de la selección nacional argentina. De los 78 goles que ostenta en lo que va del año, una docena los convirtió con la albiceleste y los restantes 66 con el azulgrana del Barcelona.
Aquí “grito”, se entiende, es “grito de gol”. Con los dos convertidos el domingo 11 al Mallorca, el astro del Barça sobrepasó los 75 goles de “O Rei Pelé” en un año calendario (1958); el sábado 17, le hizo otros dos al Zaragoza.
Le quedan nueve partidos para alcanzar el récord de 85, del alemán Gerd Müller en 1972.
Igual que “cabeza” por res, este “grito”, para los lingüistas, es una metonimia—una cosa (un gol) nombrada por uno de sus elementos (el festejo posterior).
El magro vocabulario del gol en inglés no puede con ese “grito”, y ni shouts ni celebrations funcionan. ¿Estaremos condenados al insulso literalismo de goal—que no transmite ni pizca de la emoción y locura que trae ese hecho tan infrecuente y especial del fútbol?
El inglés americano sí abunda, en cambio, en sinónimos de home run, el “jonrón” o “cuadrangular” del béisbol: se conecta un homer (vuelta a casa), dinger (campanada), tater (papita), round tripper (viaje de ida y vuelta), four bagger (cuatro bases) y sinnúmero de términos más.
Miguel Cabrera, estrella de los Tigres de Detroit de la Liga Americana del béisbol de Grandes Ligas, tras uno de los 44 cuadrangulares que conectó durante su épica campaña del 2012. El venezolano se conquistó la Triple Corona (títulos de jonrones, carreras impulsadas y promedio de bateo), proeza que ningún jugador había logrado en casi medio siglo.
¡Esa sí que es una riqueza, una lozanía léxica a la altura de los “golazos” y “tantos”, “pepas”, “pepinos” y “pepinillos”… y sí, los “gritos” de gol!
Good words!
Pablo
Copyright ©2012 Pablo J. Davis. Todos los derechos reservados. All Rights Reserved.
Este ensayo se escribió originalmente para la edición del 25 noviembre 2012 de La Prensa Latina (Memphis, Tennessee), donde aparece en la columna semanal ‘Misterios y Enigmas de la Traducción’ junto a su versión en inglés.