Querida lectora o lector,
Un servidor lo va a hacer en pocos minutos; es muy probable que usted también lo haga en algún momento del día de hoy; olvidar hacerlo puede traer dolores de cabeza.
Se trata de uno de los actos más comunes de la vida diaria contemporánea, preservar lo escrito o cambiado en un documento de computadora: en inglés, to save a file. Esto no tiene una única traducción al español sino varias opciones.
El nombre dominante en inglés para un documento escrito en computadora es file: el significado común de esta palabra en inglés es archivo (cajón, mueble u otro dispositivo para guardar documentos) o carpeta. En español, la voz que se está imponiendo, sobrepasando a “documento”, es “archivo”—que en su sentido tradicional puede significar hasta una sala o edificio en que se custodian gran número de documentos.
Resulta curioso llamar así a una cartita, receta, lista de compras u otro escrito simple.
¿Y preservar lo escrito (to save a file)? Aquí también hay dos posibilidades: “salvar” y “guardar”. La primera traduce directamente to save, pero con la inapta connotación de rescate. La segunda expresa bien el sentido de preservar, pero como si fuéramos a meter el papel en un cajón, dejarlo: inexacto, ya que uno suele “guardar” los cambios y seguir redactando.
La dificultad para ambas lenguas estriba en lo novedoso de la computación: lo que hacemos al “guardar un archivo” no tiene analogía exacta en el mundo de la escritura con tinta y papel.
Good words!
Pablo
Copyright © 2013 por Pablo Julián Davis. Todos los derechos reservados. Este ensayo originalmente se escribió para la edición del 5 al 11 de mayo del 2013 de La Prensa Latina (Memphis, Tennessee), como parte de la columna semanal “Misterios y Enigmas de la Traducción”. Pablo Julián Davis (www.interfluency.com) es Traductor Certificado por la ATA e Intérprete Judicial Certificado por la Suprema Corte de Tennessee.
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